cosas que no debes hacer a tu perro
1. No respetar las libertades básicas del bienestar animal
Así como nosotros, los perros necesitan tener ciertas libertades y derechos básicos para poder disfrutar una vida sana, digna y feliz. Conocer y respetar las 5 libertades del bienestar animal será el pilar fundamental sobre el cual podrás construir una relación positiva con tu peludo, basada en la confianza y en el afecto mutuo. Por ello, ignorar sus necesidades y derechos básicos es definitivamente una de las cosas que no debes hacer con tus perros.
Las 5 libertades del bienestar animal son:
- Libre de sed, hambre y malnutrición
- Libre de disconfort
- Libre de dolor y enfermedad
- Libre de expresarse
2. Enfadarte porque tu perro es un perro
Sí, tu perro te saltará encima cuando regreses al hogar y te ensuciará la ropa. Sí, te babeará la casa, el sillón y hasta tu cara, y tendrás que limpiar mientras él te mira con la cara más inocente del planeta. Sí, los cachorros pueden morder algunos de tus zapatos, medias y hasta muebles porque le están creciendo los dientes, o porque no están acostumbrados a quedarse solos en el hogar. Sí, tu perro tendrá olor a perro porque su organismo es distinto al nuestro y si lo bañas excesivamente perjudicarás su salud. Sí, tu perro olerá el culo de otros perros para socializar, querrá salir a pasear a cada rato, te pedirá caricias y deseará dormir contigo para sentirse seguro…
En resumen, tu perro será un perro y lo único que jamás hará es: pedirte permiso para amarte incondicionalmente… Los perros son así y, por ello mismo, siempre son auténticos y absolutamente encantadores cuando se expresan. A veces, necesitarás tomarte cinco o diez minutos, respirar bien hondo y calmarte… Pero jamás debes enfadarte, ni mucho menos castigar o reprender a tu mejor amigo por ser lo que es: ¡un perro!
3. Humanizarlo o querer cambiar su forma de ser
Como hemos mencionado en el apartado anterior, tu perro es un perro, no una persona, y mucho menos un bebé. Ello no significa que una especie sea superior o inferior, sino que cada una tiene su propio organismo, su propia personalidad y, en consecuencia, sus propias necesidades. Aunque pueda parecer que un perro humanizado tiene muchos "lujos y regalías", lo cierto es que este perro sufre porque no puede expresarse libremente.
Como tutores, es nuestra más bella misión y responsabilidad aprender a respetar y querer a nuestros perros por su propia forma de ser, en todas sus similitudes y diferencias con los seres humanos. Por supuesto, está perfecto que dediques tiempo y trates tus peludos con todo el amor y cariño que tienes para brindarles, pero recuerda siempre que humanizar a un perro significa no respetar las necesidades de su cuerpo y de su mente.
4. Permitirle todo y no educarlo correctamente
Al adoptar a un perro, debes ser consciente de que, además de amarlo, mimarlo y divertirte con él, también necesitarás educarlo. Desafortunadamente, muchas personas ignoran que la educación es una parte esencial de la tenencia responsable. Y, con mucha frecuencia, vemos perros siendo abandonados por sus familiares por presentar problemas de conducta, que casi siempre están asociados a una mala educación y a una socialización deficiente.
Educar a tu perro te permitirá enseñarle las normas del hogar para fomentar una convivencia sana y segura para todos los integrantes de la casa. De esta manera, podrás prevenir numerosos problemas de comportamiento y accidentes domésticos. Pero ello no es todo: el adiestramiento es, en definitiva, el mejor ejercicio que puedes brindar a tu mejor amigo para estimularlo a nivel físico, cognitivo, emocional y social.
En ExpertoAnimal encontrarás muchos trucos para adiestrar a tu perro en casa. Pero si no cuentas con el tiempo o la paciencia necesaria para enseñar a tu mejor amigo, también puedes buscar la ayuda de un educador canino.
5. Castigarlo física o emocionalmente
Erróneamente, la humanidad ha creído por muchos años que los castigos físicos o emocionales tendrían alguna función educativa. Pero afortunadamente, hoy ya sabemos que cualquier forma de violencia es totalmente contraproducente para el aprendizaje de todas las especies.
Si queremos educar a un perro, jamás debemos recurrir a la fuerza física, y mucho menos a la humillación psicológica. Golpear a tu perro, castigarlo, encerrarlo, gritarle, ofenderle, regañarle… Todas estas "técnicas" (que nada tienen de educativas) exponen tu peludo a emociones muy negativas, como el miedo y el estrés. Un perro que tiene miedo, está asustado y no confía en su propietario no solo tendrá enormes dificultades para concentrarse y aprender, sino también podrá adoptar una postura defensiva y hasta llegar a atacar al sentirse amenazado.
Por ello, los castigos de cualquier naturaleza son peligrosos y totalmente contraproducentes en la educación de tu peludo. Para enseñarle, optes por el refuerzo positivo que estimulará sus capacidades físicos, cognitivas y emocionales, además de ayudar a reforzar el vínculo entre ustedes.
6. Abandonarlo, encerrarlo o ignorarlo
El abandono de perros y otros animales de compañía es una triste realidad que vivimos en nuestros día a día. En la gran mayoría de los casos, un abandono puede ser evitado si todos creamos conciencia a la hora de adoptar a una mascota.
Un perro es un animal inteligente y sensible que requiere tiempo y espacio para desarrollarse correctamente. Además, para alimentarlo, llevarlo al veterinario, vacunarlo, desparasitarlo y proporcionarle otros cuidados esenciales, como una higiene bucodental, juguetes para estimularlo física y mentalmente, objetos para pasear y proporcionarle bienestar (correa, bozal, etc.), también será necesario tener cierta solvencia económica. Por todo ello, adoptar a un perro requiere una planificación previa y mucha responsabilidad.
Pero existe otra forma de abandono, tan cruel como la anterior… Si no prestas atención a las necesidades de tu perro, si estas siempre muy ocupado para compartir con él, si lo encierras y impides tenga la magnífica experiencia de descubrir el mundo con sus propios sentidos, si ignoras sus necesidades físicas y emocionales, o si no le proporcionas los cuidados que requiere para estar sano y feliz, también estás abandonando a tu perro.
Por ello, llévalo a pasear contigo, hazle una caricia y permítele dormir a tu lado o cerca de ti, dígale cuanto lo quieres y admiras, prepárale una comida casera y muy sabrosa para satisfacer su apetito… Simplemente, no pierdas la oportunidad de devolver un poco del infinito amor que tu perro está preparado para regalarte a cada día.
7. Divertirte provocándole emociones negativas
Hay muchas cosas curiosas que hacen los perros que pueden provocarnos curiosidad y hasta hacernos reír. Pero no debemos hacer que nuestro perro se sienta incómodo, nervioso o se enfade solo para divertirnos por un momento. En realidad, exponer nuestros mejores amigos a contextos de elevado estrés, miedo o ansiedad no debería darnos tanta gracia… Si a tu perro no le gusta que le soples o se siente incómodo cuando lo intentas abrazar, simplemente respétalo y no lo hagas.
A tu mejor amigo le encanta divertirse en tu compañía y tienes miles de actividades entretenidas para proponerle: puedes practicar deportes con él, llevarlo a pasear o viajar contigo, enseñarle trucos o tareas divertidas, y hasta preparar juegos caseros de inteligencia para estimular la mente de tu perro.
8. Llevarlo al veterinario solo cuando está enfermo
Lógicamente, si observas cambios en la conducta o en el aspecto de tu perro, no debes dudar antes de llevarlo a la clínica veterinaria. No obstante, también es esencial realizar consultas preventivas al veterinario cada seis meses para verificar el estado de salud de tu peludo. También será esencial respetar su carta de vacunación y desparasitarlo periódicamente.
Todos los perros, ya sean mestizos o de raza definida, necesitan y merecen contar con una adecuada medicina preventiva para mantenerse libre de enfermedades y problemas de comportamiento. Recuerda también que una nutrición completa y equilibrada, la debida estimulación física y mental, una higiene bucodental reforzada, y un ambiente seguro y positivo son indispensables para preservar la buena salud de tu mejor amigo.
9. Regañarlo horas después de hacer algo inapropiado
Cuando regañas a tu perro, le haces experimentar un contexto de elevado estrés, miedo y ansiedad. Estas emociones impactan muy negativamente en su salud mental y, en consecuencia, en su comportamiento. Por ello, muchos perros pierden el control sobre sus propias reacciones y pueden llevar a cabo actos involuntarios, como orinarse cuando le regañas.
Si has adoptado a un perro recientemente, debes estar especialmente atento a estas conductas, ya que pueden ser una señal de que el perro no ha sido debidamente socializado o ha sufrido abusos físicos y emocionales.
Además, si regañas a tu perro por algo que ha sucedido hace horas o días, él no conseguirá comprender la razón de tu enfado y esta situación le generará mucha desconfianza. Entonces, al sentirse frustrado por no entender qué le quieres decir o pedir, es posible que tu perro te ladre cuando lo regañas, para calmarte y decirte algo como "basta, no entiendo qué estás haciendo pero no quiero conflictos contigo".
10. Darle alimentos inapropiados o peligrosos
Proporcionar una alimentación completa y equilibrada significa no solo cuidar su salud, sino también respetar las necesidades de su cuerpo y de su mente. Tu peludo necesita alimentarse de forma equilibrada para desarrollarse correctamente y poder disfrutar una vida activa y feliz en tu compañía.
Hay muchos alimentos prohibidos para los perros que nosotros solemos consumir regularmente, como el chocolate, el azúcar, la sal, y hasta ciertas frutas y verduras que pueden resultar tóxicas para nuestros mejores amigos. Además, su organismo no está preparado para asimilar frituras, comidas industrializadas o golosinas artificiales (caramelos, gomas de mascar, etc.)
Puedes ofrecer una dieta casera y nutritiva a tu mejor amigo, pero siempre debes respetar las capacidades de su organismo y sus requerimientos nutricionales. En el ExpertoAnimal, te explicamos qué es la dieta BARF, cuáles son sus diversos beneficios para la salud canina y cómo preparar recetas BARF para nuestros mejores amigos.
Pero si refieres basar la dieta de tu perro en un pienso comercial, recuerda elegir siempre productos de excelente calidad, que contengan proteínas de origen animal y altamente digeribles. Para ayudarte, listamos los mejores piensos del mercado en un solo artículo, ¡no te pierdas!
11. Privarlo de tener una vida social saludable
Los perros son animales altamente sociables que disfrutan tener la oportunidad de interactuar con otros perros, expresar su curiosidad y descubrir nuevos estímulos, ejercitando a la vez sus sentidos. Por ello, para la mayoría de los perros, los paseos son uno de los momentos más felices de sus días.
Si privas a tu mejor amigo de interactuar con otros perros, con otras personas y hasta animales de otras especies, no le estarás dando la oportunidad de desarrollar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Además, es muy importante que tu perro aprenda a relacionarse de forma positiva con otros individuos, con los estímulos de su entorno y con su propio territorio, evitando que se muestren agresivos o miedosos en la interacción social.
La socialización del perro es una parte clave de su educación, ya que les brinda la posibilidad de convivir e interactuar con otros individuos con seguridad y autoconfianza. Aunque lo ideal sea empezar a sociabilizar a un perro desde cachorro, también es posible llevar a cabo un proceso de sociabilización en los perros adultos, siempre con paciencia y la ayuda del refuerzo positivo.
12. Desistir de ayudarlo frente a un problema de comportamiento
Todos los perros, independiente de su raza, sexo o edad, pueden desarrollar ciertos problemas de comportamiento a lo largo de toda su vida. Si educas y socializas correctamente a tu perro desde cachorro y le brindas los cuidados apropiados y una adecuada medicina preventiva, podrás prevenir una infinidad de conductas indeseadas. No obstante, no debes desistir de tu perro si él presenta algún problema de conducta en determinado momento de su vida.
Un problema de comportamiento en un perro no es una sentencia permanente, ni mucho menos indica una falla de su carácter. Simplemente, es una señal de que algo no anda bien en su cuerpo o en su mente. Por ello, al identificar que el carácter de tu perro ha cambiado, si se muestra más agresivo o más nervioso que lo habitual, lo primero que debes hacer es llevarlo rápidamente a la clínica veterinaria.
El veterinario podrá verificar su estado de salud e intentará descubrir si las alteraciones de comportamiento tienen una causa patológica. Muchas enfermedades que provocan dolor intenso o interfieren en los sentidos de los canes, así como los disturbios hormonales, pueden generar problemas de conducta. Al diagnosticar alguna patología, el profesional podrá recomendar un tratamiento adecuado. Pero si se descarta cualquier causa patológica, lo mejor será buscar a un etólogo o educador canino.
Gran parte de los problemas de conducta en nuestros peludos pueden ser tratados con la ayuda de un veterinario etólogo y de un educador canino. Por ello, no desistas, pues ahora él te necesita más que nunca para superar un momento difícil y recuperar su autoconfianza. Sin lugar a dudas, él también estará a tu lado cuando necesites un amigo…
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